CONDUCCIÓN: LA IMPORTANCIA DE LOS NEUMÁTICOS.

Los neumáticos son una parte fundamental de la seguridad que puede proporcionarnos el coche al circular. Precisa de ciertos controles preventivos para que, su funcionamiento sea el mejor posible. 

La DGT vuelve a insistir con la idea del mantenimiento preventivo, en relación a los neumáticos, que nos permitirá circular siempre con las máximas garantías teniendo en cuenta, que son el único elemento que une nuestro vehículo a la carretera independientemente del coche que estemos conduciendo.

Para recordarnos la importancia de mantener siempre una presión de inflado correcta en nuestros neumáticos, menciona consecuencias negativas de descuidar la presión de nuestras ruedas, que, siempre se deben controlar en frío, con el vehículo sobre un terreno nivelado y con un manómetro homologado que haya pasado las revisiones pertinentes. 

La Comisión Europea quiere mejorar la normativa sobre el etiquetado de los neumáticos, y el proyecto consiste en establecer un etiquetado de los neumáticos más completo. La inclusión de categoría adicionales como la durabilidad, la resistencia a la abrasión y la adherencia sobre la nieve y el hielo podrá ayudar al consumidor a elegir con más claridad el mejor neumático adaptado a su vehículo.

A la hora de cambiar de neumáticos, nunca deberás comprar alguno con más de diez años de antigüedad. Es necesario comprobar el DNI de la nueva rueda antes de proceder a la compra.

Respecto a la profundidad del dibujo de los neumáticos, existen varias formas de comprobar si es necesario cambian las ruedas o no. En primer lugar, hay que comprobar los testigos de desgaste de la banda de rodadura que se encuentran en las ranuras de los neumáticos. Cuando las ruedas se hayan desgastado hasta el nivel de esas barras, habrá que cambiarlo.

Otra de las formas sería colocar una moneda de un euro sobre el dibujo, en el caso de que se vea la parte dorada, habría que cambiar el neumático cuanto antes porque habrá llegado a su profundidad mínima. Gracias a ello, se podrán evitar posibles contratiempos en carreteras.

Diez hábitos malos de conducción que están dañando tu coche.

Muchos conductores no se dan cuentan, pero inconscientemente realizan acciones cotidianas, asentadas por el paso de los años, que pueden llegar a resultar perjudiciales para su coche. Circular con el motor demasiado bajo de revoluciones, apurar el depósito al límite o dejar la mano apoyada sobre el pomo del cambio o el pie sobre el embrague, son errores que debemos evitar. Y es que, a la larga, pueden traer complicaciones que pasan factura al coche y al bolsillo. Esperar a que se ilumine el testigo de la reserva para repostar no es una buena idea: lo correcto, es acudir a la gasolinera cuando quede aproximadamente un cuarto del depósito.

Al apurar hasta el último litro, la bomba de inyección puede verse comprometida: al estar sumergida en el tanque, si el nivel de combustible es bajo, puede absorber aire, en lugar de carburante, y su duración y buen funcionamiento puede verse comprometidos. En maniobras de aparcamiento, es habitual girar el volante hasta un tope y otro. Pero conviene evitar llegar a ese tope, y sobre todo no insistir.

El embrague es una pieza que tiene duración limitada, aunque bien utilizado puede durar casi lo mismo que el coche. Hay conductas que son innecesarias y acortan su vida, como tener una marcha engranada con el coche parado, en un semáforo o atasco.

Conducir a altas velocidades, o practicando una conducción deportiva, todo coche sufre más y sus componentes, lógicamente, durarán menos. Pero, circular a un ritmo excesivamente lento puede ser también perjudicial.

En las maniobras de aparcamiento hay que ser muy delicado, el objetivo es claro: no impactar con el neumático en el bordillo. Tampoco es conveniente dejar una rueda subida sobre el bordillo: se fuerza la estructura interna y pueden aparecer bultos y otras deformaciones. 

Nunca hay que sobrepasar el peso máximo homologado de carga de un vehículo. Si se hace con frecuencia, los neumáticos, la suspensión, el sistema de frenado y el motor sufrirán las consecuencias. Conducir con los neumáticos con la presión baja, tiene un gran impacto en el vehículo: se desgastan rápidamente y el riesgo de sufrir un reventón inesperado también será mayor.

Una presión demasiado alta tampoco es buena, porque se pierde superficie de contacto y puede llegar a afectar a la estabilidad del vehículo.

Los fabricantes indican la periodicidad con la que hay que pasar por el taller para completar las pertinentes revisiones de mantenimiento. No hacerlo supone obviar operaciones imprescindibles para el adecuado funcionamiento del coche y exponerse a no saber el nivel, de desgaste de algunas piezas acabando con una avería evitable.

Consejos para preparar el coche para el otoño

Cuando empieza el otoño, las jornadas diurnas se acortan y anochece antes. Por eso, es importante revisar el sistema de iluminación, compuesto por los faros, las luces traseras, las de estacionamiento, de freno e intermitentes, y comprobar que todo funciona correctamente. Una buena visibilidad es fundamental para nuestra seguridad y la del resto de usuarios.

Tan importante como las escobillas son los cristales del coche, especialmente el parabrisas. Su limpieza es clave, no solo por estética sino para eliminar los restos de insectos, o cualquier suciedad que se pueda adherir que, a parte de reducir la visibilidad, pueden provocar alguna grieta.

Revisar el nivel de líquidos del vehículo que pueden verse seriamente afectados si el coche ha sufrido una larga exposición al calor. Nos referimos al nivel del aceite del motor, al líquido refrigerante, al de frenos y al del limpiaparabrisas.

Por último, pero no por eso menos importante, hay que examinar los neumáticos, un componente crucial, ya que es el único punto de contacto que tiene nuestro vehículo con el asfalto. Comprueba su apariencia exterior, la profundidad del dibujo y la presión (debe coincidir con las recomendaciones del fabricante). No te olvides de la rueda de repuesto, ya que puede salvarte ante un pinchazo inesperado.

No está de más recordar que una buena limpieza, tanto interior como exterior, mejora el aspecto del vehículo y además es beneficioso para nuestra seguridad y confort. Asimismo, recuerda que es recomendable desinfectar el coche para evitar posibles contagios por el coronavirus.